martes, 4 de junio de 2013

Criptozoología: el "Sasquatch" y el "Yeti"


El sasquatch o big Foot (en castellano, pie grande) es una criatura legendaria cuya existencia no se ha llegado a probar, como ocurre con el monstruo del lago Ness y el Yeti. 

La mayoría de los científicos piensan que las pruebas existentes no son lo suficientemente convincentes y generalmente las consideran como el resultado de mitología, folclore o identificación errónea. Muchos profesionales y académicos afirman que los estudios adicionales son una pérdida de tiempo, pero otros piensan que la evidencia actual puede ser escasa y que ha de evaluarse objetivamente a medida que se vaya presentando. Otros, incluyendo una subcultura activa, compuesta generalmente por aficionados, continúan investigando y consideran la existencia del sasquatch como descendiente del Gigantopithecus


UNICO VIDEO DE PIE GRANDE HASTA AHORA




link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=IJjUt2sXo5o 

Descripcion

Los testigos generalmente indican características similares: una gran criatura simiesca bípeda, normalmente de una altura de 2,1 a 2,7 m (7 a 8 p) con amplios hombros y estructura robusta. La cabeza es pequeña, puntiaguda y baja; en ocasiones, se habla de una cresta en la parte superior del cráneo. Los ojos se describen generalmente como pequeños y ocultos bajo una frente pronunciada. A excepción de la cara, manos y pies, una fina capa de pelo cubre su cuerpo, de color normalmente marrón o negro, aunque tiende a ser rojizo, arenizco o con brillos plateados. 

Las enormes huellas, similares a un pie humano, le dieron su nombre. El ecologista Robert Michael Pyle las describe así: “Las huellas normalmente miden de 38 a 45 centímetros (15 a 18 pulgadas) de largo. Tienen cinco dedos, un músculo doble y un arco escasamente pronunciado”. Aunque Pyle no lo menciona, las huellas más discutidas son mucho más anchas que un pie humano, quizás de 18 ó 20 cm (7 u 8 pulgadas) de ancho. 

Se le asocia un desagradable y fuerte olor, semejante al de heces, alcantarillado o de sudor humano. 

Los sonidos que emite se describen como similares a agudos chillidos o silbidos o gruñidos graves, al igual que el yeti, por lo que algunos criptozoólogos sostienen que podría ser una especie emparentada con el yeti, la cual quizá llegó a América a través del Estrecho de Bering durante la última glaciación, tal y como hicieron los ancestros de los pueblos amerindios y diversas especies de animales. También se cree que podría estar relacionado con la mítica criatura llamada wendigo. 

Con respecto a su alimentación, el antropólogo Grover Krantz escribe que “muchos observadores han descrito los alimentos que consumen los sasquatch; pero es una cuestión de opinión saber cuántos de esos informes son exactos.” También agrega que “A grandes rasgos, lo describiría como omnívoro. Es principalmente un vegetariano y se puede describir como un carnívoro ocasional” 

La mayoría de los avistamientos son nocturnos, lo cual hace pensar que se trata da una criatura nocturna. Algunos testigos mencionan algo que Pyle denomina como “brillo rojizo ocular”, similar al brillo de algunos animales nocturnos. Normalmente se avistan individuos solitarios, raramente en pares o grupos familiares y son más comunes los avistamientos de machos que los de hembras.





Yeti




Quienes reconocen su existencia lo consideran un pariente lejano del orangután y descendiente del Ramapithecus que habitó en esta cordillera hace millones de años; y que por las características que presentaría el yeti, posiblemente esté emparentado con el Pie Grande y el Wendigo. Sin embargo, no existen pruebas concluyentes de la existencia de este primate. Incluso otras investigaciones relacionan al Yeti con los osos. 

En algunos monasterios de Nepal se conservan restos supuestamente pertenecientes al Yeti, pero que posteriormente se ha demostrado pertenecen a un tipo de cabra local. Por otra parte es muy dudosa la existencia de simios de semejante tamaño. 

Según otros autores, como el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, los primates en general y los simios en particular sólo viven en lugares donde existen frutas todo el año, es decir, en las zonas tropicales. Además no hay primates en las estepas, ni en los pinares mediterráneos, ni en los bosques de coníferas 

En el año 2008, un grupo de investigación japonés encabezado por el científico Yoshiteru Takashi, líder del proyecto Yeti nipón, recorrió durante 42 días la región de alta montaña Dhaulagiri IV dejando constancia de haber fotografiado huellas de unos 20 cm de longitud del escurridizo primate. Takashi asegura que volverá a Nepal y al Tibet durante los próximos años y no dejará el proyecto hasta que su grupo obtenga pruebas fehacientes de la existencia del ser legendario más buscado del planeta.

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